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Que ver en Berlín en 5 días

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  • Categoría de la entrada:Alemania
  • Tiempo de lectura:29 minutos de lectura

La capital alemana es una ciudad llena de contrastes, de cruces, una sociedad que puede sorprender al mismo tiempo por cosas que sean diametralmente opuestas, por eso quiero contaros mi experiencia y que ver en Berlín para que no cometáis mis errores y para que sigáis mis aciertos.

Antes de nada, como he dicho, hay que tener en cuenta que es una ciudad llena de contrastes para lo bueno y para lo malo… de hecho ya te cuento que la ley antitabaco aquí no existe, la gente fuma donde quiere, cuando quiere y todo lo que quiere, y si hablamos del botellón, no es que beban por la calle, bueno sí, sí que lo hacen, pero no como los españoles. Ellos beben andando por la calle, solos o acompañados y normalmente cerveza o Jägermeister, el cual venden por todas partes en botellas que van desde el chupito a creo que la vi de dos litros…

Otra cosa que llama mucho la atención es que usar un baño casi siempre siempre es de pago, no importa que seas cliente del local. En Polonia recuerdo que te daban una clave para usar en los baños cuando pagabas la consumisión. Aquí no, aquí pasas por la taquilla sí o sí, algo que para los españoles choca mucho.

También choca bastante en esta ciudad ver como los alemanes no te quieren allí. Sí bueno ahora dirás que no es así y que bla bla bla. Pero aparte de lo que pude ver y sufrir por mi mismo, estuve hablando con españoles residentes, con varios turcos, con un filipino… y todos te dicen lo mismo, que hay de todo, pero que hay muchos que no quieren servir a los turistas, y yo añado, de países que consideran inferiores, por que sí, por que la guerra terminó y ellos la perdieron, pero para buscar algún vestigio de la misma hay casi que hacer arqueología comparado con otras zonas donde prefieren tener presente lo que sucedió. Pero antes de que pongas el grito en el cielo, termina de leer la entrada y entonces me entenderás.

Siguiendo con las curiosidades de la ciudad, te puedo decir que los restaurantes son caros, pero que puedes encontrar puestos de salchichas muy bien de precio y descubrir que los supermercados, incluso en las zonas más chics de la ciudad, tienen un precio similar al de ciudades como Córdoba o Sevilla, por lo que se puede vivir relativamente bien en ese sentido.

 

Si pretendes salir de noche puedes encontrarte bastante frustrado, no es que la ciudad sea más peligrosa que cualquier otra, de hecho yo no me sentí inseguro ni cuando un grupo de personas con cabeza cuadriculada pasaron junto a nosotros y se nos quedaron mirando. Los problemas son que no entres en ninguna parte, ya que todos los locales tienen dos cosas: Derecho de admisión y precio de entrada, así que como no le gustes al portero del local te puedes haber pasado una hora para intentar entrar y que te manden al carajo cuando te toca el turno… cosa bastante común en según que sitios…

Otra cosa que también te da que pensar es que cuando estás en España te dicen que allí las calles están super limpias, que no hay basura por el suelo… bueno pues no quiero crear polémica pero si os voy a decir que un compañero de viaje me dijo: «Tio, pasame luego las fotos de las cosas que veamos, yo voy a dedicar mi memoria a fotografiar la basura que encontremos por que esto no es normal…» Solo puedo deciros que aparte de botellas de Jäger, latas, botellines, papeles, colillas y todo lo demás que se encuentra en casi cualquier ciudad fotografió sillas, televisores, una cama podrida en mitad de una acera…

Consejo Nómada: Los berlineses en general van bastante a su aire, como las personas que pueden vivir en otras grandes ciudades, pero te aconsejo que tengas cuidado en los establecimientos de comida y bares, ya que suelen ser bastante siesos, como decimos en mi tierra. Te cobran lo que les da la gana aunque en la carta ponga otro precio, o te dan la comida fría. Te pueden llegar a hablar sin respeto y les da igual que les digas que te estas dando cuenta, como si fueras idiota.

De hecho yo a uno le dije q me devolviera el dinero, le deje la comida en la barra y me fui, ya que quería cobrarme el doble que a un alemán por un trozo de pizza y encima me la puso fría.

Pero eso si aunque parezca una tontería buscar establecimientos de emigrantes como kebabs, o restaurantes de comida etnica, os trataran mucho mejor.

¿Qué hacer en Berlín en 5 días?

Bueno yo os voy a contar lo que yo hice y os puedo asegurar que para mi fue todo un acierto.

Día 1: Ir al mercado de Pulgas MauerPark

Este mercado tiene lugar los domingos si el tiempo lo permite desde las ocho de la mañana hasta las 18:00.

Se trata de un enorme mercadillo donde se puede comprar prácticamente de todo, desde ropa a sellos, cosas antiguas, artesanales, echas a mano, comida de muchos países y bebida (de también muchos países)… es una autentica pasada.

Esta a rebosar de gente con un ambiente espectacular, tanto por los nativos como por los turistas, lo que ha hecho que los precios suban un poco, pero donde aun se pueden encontrar buenos chollos.

Ademas el mercado se encuentra junto a una colina donde, como buenos andaluces imaginamos llena de gente al solecito tomando cervezas, y eso mismo ocurrió, la gente llegaba en hordas a sentarse en esta colina frente al mercado y sobre un bulevar donde los artistas callejeros tocaban su música de cualquier genero y de muy alto nivel.

Así que te puedes pasar allí al sol todo el día, después de haber pasado la mañana en el mercadillo y mientras algunos vendedores ambulantes pasan vendiendo cervezas, y si tienes suerte puedes dar con algun español ¡¡que las trae frías!! e incluso cambiar impresiones con él.

Así fue como conocimos a nuestro proveedor de cerveza, un asturiano que pasaba cada media hora para proveernos. Este nos contó que se había ido a vivir a Berlín con su novia y lo que les cogió en un coche viejo que usaba para comprar las cervezas y venderlas y para luego recoger las botellas, ya que aquí se paga por ellas al entregarlas en los supermercados. Y que así se iban ganando la vida. Nos contó que varios españoles iban a tener muy complicado entrar en ningún sitio… también nos dijo que tuviéramos cuidado de pasar por ciertos sitios ya que podíamos encontrarnos con gente con las ideas demasiado cuadriculadas.

Dia 2: Free tour por todo el centro y visita a las catedrales

Buscar un free tour es una buena forma de recorrer buena parte de una ciudad de forma «rápida» de modo que esto es algo que tienes que hacer, fijándote bien en las críticas de internet del mismo y tal. El nuestro fue fabuloso.

Comenzamos junto a la catedral protestante que es una pasada, recorriendo la ciudad y algunos de los sitios mas importantes de la ciudad, pasando por la isla de los museos, el último edificio de la Alemania Nazi que queda en pie, que es el de la luftwafe que nadie quería bombardear por lo que había dentro y que hoy en día es la sede hacienda (ejemmmm), el parking donde se supone que estaba el bunker de Hitler, aunque no queda nada, el monumento a los judíos y la puerta de Brandenburgo.

Monumento de la victoria

Aun queda mucho día y puedes ir al monumento de la victoria por medio de una avenida gigantesca llena de homenajes y estatuas, que como puedes ver merece muchísimo la pena, tanto por el camino como por las vistas que vas a tener de la ciudad.

Catedral cristiana

En Berlín hay una catedral cristiana a la que llaman el tazón, por que parece un tazón invertido y esta cerca de la universidad junto a la isla de los museos, pero no es para nada llamativa exteriormente. Esto es por que su arquitecto no quería desafiar a la iglesia protestante y de ese modo no llamar su atención. Pero cuando entras todo cambia. Os puedo asegurar que no he visto nunca una iglesia igual… nunca. Es totalmente diferente a cualquier catedral que podáis imaginar… y es gratis la entrada

Catedral protestante

No muy lejos de la cristiana y camino de Alexander Pltaz se encuentra la catedral protestante que tiene un coste de 7 euros, y que es realmente espectacular y donde si subes hasta arriba puedes ver unas espectaculares vistas de la ciudad.

Alexander Platz

Una plaza en el centro de Berlín donde suele haber mercados y actividades con muchísima vida, un lugar fantástico para pasar el rato mientras vas y vienes. De hecho nuestro hostal no estaba lejos de allí y en ocasiones mientras mis compañeros descansaban yo me bajaba a ver los puestos del mercado.

Es en esta plaza donde se encuentra el reloj mundial…

Con esto ya vamos muy bien para el segundo día, pero aun queda mucho recorrido y mucho por ver y en mi itinerario aunque la ciudad seguía sin gustarme, es cierto que ya le iba viendo algo.

Dia 3: Día del Holocausto

Decidimos dedicar un día entero al Holocausto

Visita al campo de Sachsenhausen

En este caso recomiendo pagar por un tour en español, no era especialmente caro y te recogen junto a Alexander Platz y el precio incluye el tren de ida y vuelta, el tour y la entrada al campo.

Naturalmente no le recomiendo esta excursión a gente sensible ya que aunque no es el campo de concentración más duro que puedes encontrar, sí que puede ser impactante.

El tren te lleva a un pueblo bastante bonito que hay que recorrer andando hasta que se llega al campo de concentración que era un modelo para los demás y donde se entrenaban a los agentes de la SS.

Según nos contaron aunque también se ejecutaban personas aquí no era su función principal y eso se nota en el tamaño de de ciertas instalaciones una vez que has visitado otros campos como Birkenau o Autzswitch.

La cosa curiosa, sin querer contaros mucho, es que cuando el campo fue liberado por los soviéticos, fue reabierto al poco tiempo y hubo prisioneros que volvieron a ser encarcelados por el nuevo régimen también.

 

Museo del holocausto

Desde allí puedes cruzar la isla de los museos, recorrer la avenida de las embajadas, llegar a la puerta de Brandenbrugo de nuevo y entrar en el museo del holocausto, donde vas a ver muchas cosas que no se ven en el resto de la ciudad, ya que la misma ha dado prácticamente la espalda a lo que sucedió aunque cuando preguntas por ciertas cosas la gente prefiere no contestar…

He de decir que he estado en campos de concentración, viví en una zona que había sido ocupada por los Nazis en Polonia, he paseado por el barrio judío de Cracovia, he visitado Auschwitch y me contaron historias, pero lo que ves en este museo es realmente espeluznante a nivel humano. Tanto que decidí no hacer ninguna foto por respeto. Pero es una visita casi obligada.

Una vez que sales del museo aun tienes tiempo de recorrer algunas calles de la ciudad, ir a los barrios ricos del centro y directamente alucinar con los precios, los coches y el lujo, como hicims nosotros.

Naturalmente este día puede que no esté diseñado para todas las personas por lo que puedes saltártelo, dedicar el día pasear por los parques, por las calles de Berlín, y a descubrir sus rincones y sus gentes.

Dia 4: La Isla de los museos

Sin duda alguna una de las visitas más interesantes que puedes hacer en Berlín es la de ir a la Isla de los museos que se trata de una serie de museos que están en la misma zona de la ciudad. Puedes elegir entre pagar por entrar a uno o por pagar 18 euros y entrar en todos los que quieras, que por tiempo van a ser dos, no da para más, pero merece la pena.

Aquí me gustaría decir que eso de la eficiencia Alemana no es que estuviera presente, de hecho me pregunto si todo lo que nos cuentan de ellos no son más que tópicos, como que los andaluces somos vagos o los catalanes «agarraos», por que a ver… para pagar la entrada tienes que hacer una cola en una plaza donde pasa por un puesto fijo ambulante de dulces, cuando te toca compras la entrada y ahora vas al museo que te interesa, te pones en la cola otra vez y esperas a entrar a que en otra taquilla te revisen la entrada y ya puedes entrar, haciéndote perder el doble de tiempo.

Consejo Nómada: Si vais varios, lo ideal es que unos guarden espacio en la cola del museo y los otros vayan a comprar las entradas… a ver si ellos son eficientes, nosotros somos picaros… 

La cuestión es que ya estas dentro, yo escogí los museos Egipcio y de Pergamo.

Museo egipcio

Un museo que tardas en verlo como 4 horas (más la hora que pasas en la cola), así que llevad algo de beber, es enorme y espectacular, y aunque le digan el museo egipcio tiene material de todo el mundo antiguo relacionado con Egipto, Grecia y Roma.

Pero sin duda para mi lo más espectacular de este museo fue ver la única efigie conocida de Nefertiti, a la cual no se le permitía hacer fotos en su salón, pero la picaresca de nuevo aflora, y con la cámara a máxima resolución y con el zoom a tope, aunque tuviera solo un 55mm pude hacer la foto que os traigo de la reina de Egipto.

Museo de Pergamo

Más pequeño que el egipcio, tiene también su ratito de cola, pero cuando entras y subes las escaleras… mi cerebro entró en shock, la puerta de Ishtar de Babilonia.

No importa lo que os diga, en serio, no tiene parangón, algo que no esperas ver nunca y lo tienes allí delante, la puerta de la ciudad más grandiosa del mundo antiguo. Para mi fue algo realmente espectacular. De hecho creo que ir a Berlín y no ver este museo es tan grave como no ver el muro…

 

Día 5: El muro de Berlín y pasear por sus calles

Sin duda uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad es el muro de Berlín y aunque lo hayamos dejado para el último día, al menos de forma oficial, la verdad es que es una ruta de paseo bastante agradable, de hecho cuando paseas por el muro verás que siempre hay muchos turistas haciendo fotografías a todos los murales e incluso puedes trabar buenas conversaciones en la ruta.

Otra cosa que no hace demasiada gente es ir a los trozos originales y antiguos del muro. Están lejos y son feos, pero siguen por muchos sitios de puede ser interesante descubrir.

Otra ruta interesante es pasear por las antiguas avenidas soviéticas y ver como la estructura de la ciudad es algo megalítico, todo construido para dar apariencia de enormidad y hacerte sentir pequeño.

Pasear por los parques y comprar unas cervezas en alguna licorería para tomártelas al sol es otro de los alicientes de la ciudad, así como buscar sus rincones bohemios como el callejón de la casa de Anna Frank…

Un día dije a mis compañeros que iba a ir a la caza de mis dados, que pasaba de hacer lo normal, que quería ver la ciudad de verdad armado con mi reflex. Dos de ellos me dijeron que querían ver como se hacía eso, de modo que nos fuimos en busca de los dados. Por cierto lo encontré. Y recorrimos aquel día más de 20km descubriendo muchísimo de la ciudad, y conociendo a un andaluz que trabajaba en una tienda de juegos de mesa….

En cuanto lleves un par de días en la ciudad te darás cuenta que casi todas las manzanas de pisos tienen callejones interiores donde puedes encontrar sorpresas como como supermercados, tiendas, pubs… haciendo que explorar la ciudad sea algo muy interesante.

Además mientras exploras sus calles puedes saber si estás en la antigua zona soviética o la aliada según sea la forma del Ampelman (el muñequito de los semáforos)

Vida nocturna de Berlín

Como ya he dicho antes, todos los locales de Berlín tienen derecho de admisión, y son un poco capullos al respecto. La primera noche estábamos cenando un restaurante pub junto a Alexander Platz y al terminar de cenar e intentar entrar en el pub el portero nos dijo que no de muy malas formas, no voy a entrar a describir con epítetos específicos al personaje pero la cuestión final es que no entramos.

Al día siguiente nos dijeron que un grupo de 5 hombres y españoles no entraban en casi ningún sitio… (yo no digo nada pero lo digo todo…)

Pero si te sabes mover puedes encontrar sitios muy interesantes, para todos los ambientes, desde la música electrónica más desfasada como la Berhaim (donde nos dijeron que ni siquiera lo intentáramos) o la Matrix, hasta ámbitos muchos mas underground y de rock.

Pero como ya he dicho en esta ciudad se mezclan los extremos pudiendo ver situaciones verdaderamente dantescas que no contare aquí, pero si os puedo decir que en muchas ocasiones nos reíamos asombrados. Aunque que no os sorprenda la forma de ligar en una discoteca berlinesa, el ver que todo el mundo fuma, que todo el mundo tiene la mandíbula descolgada a partir de una hora o que en teoría no se pueden hacer fotos…

Mis conclusiones

Para mi la ciudad el primer día mientras esperaba a mis compañeros, en llamemosle el día 0, no me gusto demasiado, mucha suciedad, gente que te miraba como diciendo ¿tu que haces aquí?…

Pero en el momento que te empiezas a sumergir en ella es una ciudad que está mucho más allá de los homenajes vacíos, del muro, o la búsqueda infructuosa de elementos de la segunda guerra mundial.

Está llena de parques donde poder descansar y tomar el sol, donde a poco que explores encuentras rincones maravillosos.

Para mi se trata de una ciudad que turísticamente deja bastante que desear en comparación con otras que se abren al turista, pero creo que su fuerte no es verla, es vivírla, es una ciudad que te invita a mezclarte con todos sus habitantes, dando igual la nacionalidad, a encontrarte explorando una gran urbe que no te agobia por su construcción y donde si te mueves un poco puedes vivir pagando precios similares a los de Córdoba o Sevilla.

 

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