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Recorriendo la Isla de Lobos

La Isla de Lobos está ubicada muy cerca de Fuerteventura, la isla completa es un parque natural donde aun viven algunos pescadores y hay algunas casa tradicionales.

Su nombre proviene a la cantidad de lobos marinos que la habitaban tomando el sol en sus playas de arena.

Por desgracia ya no queda ninguno de estos animales, si exceptuamos una estatua, ya que fueron esquilmados por su grasa, sus pieles y por los pescadores que los consideraban una competencia a su modo de vida.

Actualmente hay un plan para reintroducir a estos animales en el ecosistema pero los pescadores se oponen al mismo.

Pese a su aparente aridez, la Isla de Lobos alberga mas de 130 especies vegetales y animales, entre las que podemos utilizar gaviotas, halcones, multitud de reptiles como las lagartijas y una espectacular vida submarina.

En la isla se encuentra el Filo de la Herradura de 127metros de altitud, pero al que no subí ya que al llegar a la base hacía mucho calor y no me atreví debido a la lesión que tenía en el oído.

También hay varias playas donde la gente va a bañarse, tanto majoreros (habitantes de fuerte ventura), como turistas y si no te andas con ojos puede meterte en una cala nudista.

Sorprende ver que por toda la isla hay casitas abandonadas de los antiguos habitantes y unas salinas también abandonadas.

Cómo llegar a La Isla de Lobos

Para llegar a la Isla de Lobos se pueden usar diferentes medios, tanto privados como empresas para llegar.

Hay quien lo hace en embarcaciones propias, quienes utilizan barcos taxi o quien compra un billete en algunas de las empresas que tienen un recorrido regular a lo largo del día.

Esta última fue nuestra opción y por el precio de 16€ pudimos estar desde por la mañana hasta las seis de la tarde cuando salía el último barco.

Se supone que desde 2019 hay que solicitar permiso para ir, como en otros muchos parques naturales, pero a nosotros nos dijeron que no era necesario y la verdad no vimos ningún agente forestal solicitándolos. Lo que sí teníamos era un resguardo de la empresa que nos llevaba y nos recogía.

Estas empresas, tanto privadas como de taxis, suelen salir desde Corralejo un pueblo que esta al norte de Fuerteventura que está lleno de puestecitos donde venden los pasajes.

Qué ver en Isla de Lobos

La Isla de Lobos es muy pequeña, apenas sobrepasa los seis kilómetros cuadrados, pero tiene muchas cosas interesantes que ver…

Al llegar al espigón que hace de puerto podemos encontrar la estatua de los leones marinos que le dan nombre, un busto de Josefina Pla, hija de antiguos fareros y poetisa, y un pequeño centro de interpretación.

Desde aquí surgen varios caminos, uno de ellos lleva a las playas de arena blanca y aguas esmeraldas y turquesas donde antaño estuvieran los lobos.

El otro lleva hasta hasta un pequeño pueblecito de antiguos pescadores donde ahora hay pocos habitantes, pero las casas se utilizan para el ocio de la familias que las poseen.

Desde 2007 esta prohibido acampar en el islote, aunque se pueden solicitar permisos, otra cosa es que te los den… eso si, una noche estrellada en aquel lugar tiene que ser magnifica para la astrofotografía.

Esta pequeña aldea no es que tenga un gran plan urbanístico precisamente y el pequeño restaurante que hay solo sirve a través de una ventana y curiosamente sus precios no son muy altos, aunque se suelen quedar sin pan bastante rápido.

Es en este pequeño pueblo donde está el puertecito un espigón delgado que entra en una especie de piscina natural y donde todo el mundo se hace una foto. Pero había una cola enorme para hacerse la foto que todo el mundo tiene y ya sabéis que pienso de eso.

Rodeando la piscina se llega a una pequeña laguna donde puedes bañarte aunque el acceso es un poco doloroso para los pies, luego merece la pena por que haciendo snorkel, en este caso con una máscara que me dejaron, te ves rodeados de sargos, doradas y de algunos peces que allí llaman viejas. De modo que es un sitio magnifico para hacer snorkel.

Siguiendo el sendero se encuentran más casas, algunas pequeñas cuevas que pueden estar habitadas por animalillos, y refugios como los que hay en la montaña para hacer vivac pero al nivel del mar.

Estos refugios según que me contaron son para cortar el viento que hay en estas costas y estar más agosto en la playa.

Después el camino serpentea por un terreno más parecido a Marte que cualquier otro en el que haya estado, de hecho toda Fuerteventura es igual… es árido, hay cursos de antiguos riachuelos secos, las rocas te observan como habitantes de un lugar impertérrito, pero el contraste de los colores marrones, ocres, bronces… es precioso con el fondo azul del cielo y los tonos del mar.

Se rodean las lagunillas que son como unas marismas en miniatura pero donde se supone que se construyeron, por los portugueses, algunos aljibes para proveer de agua la isla.

Así se llegar al faro de Punta Patiño, que estuvo habitado hasta 1968, hoy es automático. Donde tras subir una leve cuesta puedes sentarte a su sombra y almorzar algo de lo que hayas traido.

Lo curioso de comer en este lugar es que empiezan a aparecer cientos de lagartijas que no te tienen ningún miedo a pedirte comida, como si fueran patos en un estanque o un grupo de cachorros.

Había oído hablar de esto, pero nunca lo había vivido, y la verdad es que es algo muy curioso, tanto que no pude resistirme a hacerles algunas fotos.

En este faro se puede ver El filo de la Herradura teniendo detrás Corralejo (Fuerteventura) y al otro lado de la panorámica Lanzarote, todo ello unido por un mar azul cobalto salpicado de ferris y veleros.

Tuvimos la suerte de ver volar a un halcón cerca nuestra, seguramente buscando alguna gaviota, pues había visto alguna de estas abatidas por toda la isla.

Comenzando en camino de vuelta se puede volver por el mismo camino o tomar el de que tiene un desvío hacia la caldera, que por muchas ganas que yo tenía de subir, ni mi forma física ni la temperatura lo aconsejaban, de modo que seguimos por caminos preciosos que parecían infinitos.

A lo largo de la isla se encuentran una especie de plantas que parecen muertas y secas, pero si tocas alguna de ellas verás que están turgentes y húmedas, aguardando al momento de florecer.

Más adelante se puede elegir girar a la izquierda y llegar a las playas de la concha o a la derecha y llegar a las antiguas salinas donde puedes ver que aún podrían funcionar. Para luego dirigirse a las playas y finalmente regresar al punto de partida en el centro de interpretación

Conclusiones sobre la Isla de Lobos

La Isla de Lobos es un parque natural precioso, a poco que se investiga sobre su historia aparecen exploradores, piratas, colonizadores, pescadores e incluso romanos que hacían aquí el purpura.

Quise ver algunos de esos restos romanos pero no los encontré. No obstante la isla es maravillosa, contrastando colores, haciéndote ver fauna y flora donde parece que no podría haberla.

Sus aguas de cristal están protegidas y os peces no tienen miedo de nadar alrededor tuya, me atrevería a decir que con menos temor que en la Playa de los Muertos en Almería.

Aunque algunas casas abandonadas se ve que han sido «profanadas» por algunos visitantes indeseables, la verdad es que en el parque apenas hay basuraleza, esta todo lo impecable que la propia isla quiere, ya que el polvo y la tierra serán parte de tu estancia en ella.

No me importaría regresar y volver a disfrutarla, de hecho es algo que le recomiendo a todo el mundo ya que por muy poco puedes disfrutar todo un día, incluido un viaje en barco que si tienes suerte tiene el fondo transparente.

Eso sí, sigo sin ver mamíferos marinos en libertad.

¿Y tu?¿Has estado alguna vez en la Isla de Lobos?

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