Dicen que el Camino de Santiago no termina en Compostela, si no que hay que llegar a Finisterra, el fin del mundo…
Y es una realidad. Entiendo que no todo el mundo, yo incluido, puede disponer de 5 días más para recorrer los 98km que separan las dos poblaciones.
Pero por muy poco se puede llegar al fin del mundo, de hecho desde Santiago se puede ir tanto en excursiones organizadas como en autobuses de recorrido regular, mucho más baratos, desde tan solo 18€ frente a los 35 que te cobran en las excursiones programadas.
El camino es bastante interesante aunque largo, por que la carretera pasa por todas las rías y claro la vista es impresionante, sobre todo si hace buen tiempo, pero es cierto que puede ser un poco tedioso, y te deja unos 3,5km del faro que esta cuesta arriba, pero oye, si has ido andando hasta Santiago ¿que es una cuesta más?
La cuestión es que cuando llegas allí notas que se acaba el camino, ves un nuevo kilómetro cero donde hay un señor que te sella tu cartilla, aunque este camino tiene su propia credencial si quieres hacerlo andando y que funciona básicamente igual que los que acuden a Compostela.
Pero ¿Qué es Finisterre?
Finisterre se encuentra en extremo más occidental de Europa, razón por la cual los romanos le pusieron el nombre del fin del mundo, y desde siempre ha sido sinónimo de leyendas sobre temas religiosos, marítimos…
Pero mucho antes que los romanos, los pueblos que vivían en estas tierras ya construyeron altares y algunos poblados en este monte, según cuentan incluso en la prehistoria pudieron llegar aquí los pueblos de homínidos que habitaban la península.
Pero los romanos fueron los primeros que escribieron sobre este lugar, cuando Décimo Junio Bruto decidio ir a ver como el sol se precipitaba por el otro lado del mar y que una llamarada saliera de las aguas.
De hecho cuando hablé con algunos lugañeros me dijeron que se supone que algunos patricios romanos ya querían venir hasta aquí para ver el final del imperio y que por ello este camino es mucho más antiguo que el peregrinaje cristiano a Santiago.
Hoy en día en Finisterre viven aproximadamente 4700 personas, convirtiéndose en uno de los puntos más importantes del Camino de Santiago, siendo el final de la ruta para miles de peregrinos que se aventuran hasta la costa.
Finisterre y el Camino de Santiago
Como ya hemos visto Finisterre es el final del Camino para muchos Peregrinos, de hecho espero hacer ese tramo en algún momento, y es en este punto cuando algunos de estos caminantes queman sus botas (cosa que está prohibida), se bañan en el mar, crean columnas de piedras, o ven el atardecer desde la ladera del acantilado.
Esto tiene su origen en la tradición medieval, cuando los peregrinos se bañaban en la playa de Langostería para limpiar su cuerpo del polvo acumulado, subían al faro para quemar sus ropas en un gesto que simbolizaba el desprenderse de todo lo material y finalmente contemplaban la puesta de sol como un símbolo de muerte y resurrección.
Yo de hecho pasé un par de horas allí bajo el sol disfrutando de los pensamientos que llegan la mente cuando estás sentado ante el infinito mar y entiendes el por que este lugar tiene ese aire mágico, no puedes dejar de pensar la cantidad de personas a lo largo de la historia que han estado allí donde te encuentras, mirando el mismo horizonte, sentados en las mismas rocas y te sientes pequeño y al mismo tiempo en paz contigo mismo.
Según cuentan, hasta este lugar vino el apóstol para destruir un templo pagano que rendía culto al sol (El templo de Ara Solis) y que fue en estas tierras donde sus dos discípulos, llevando su cuerpo, vivieron uno de los milagros de sus aventuras, mientras buscaban enterrar a su maestro el monte Libredón en la actual Compostela.
Conclusiones
Bueno, ¿qué queréis que os diga? este es uno de esos sitios que te atrapa, un lugar donde, al menos si hace buen tiempo, es un remanso de paz, un sitio donde te sientes de verdad como un peregrino, pero también triste por que es el final de toda la aventura, ya no puedes seguir más allá… pero al mismo tiempo es un lugar de reencuentro con uno mismo y de comienzos, por que desde aquí todo comienza de nuevo y eso es algo que reconforta, pues como un compañero del camino me dijo…
Cuando termina un viaje, comienza otro.
