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Camino primitivo desde lugo

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  • Categoría de la entrada:Camino de Santiago
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Voy a contaros mi experiencia en el Camino primitivo desde Lugo, recorriendo los 102 kilometros hasta la plaza de O Bradoiro en Santiago de Compostela.

Antes de nada me gustaría dar las gracias a mis dos compañeros de aventuras con los que que he hecho este periplo y sin quienes no hubiera sido posible…

Consejo Nómada: cada vez hay más y más peregrinos siendo complicado encontrar alojamiento de forma sencilla, por lo que si estas pensando en ir hasta Santiago, te aconsejo que reserves todos los albergues antes de ir. En la mayoría solo con tu nombre y un teléfono puedes reservar sin hacer ningún tipo de ingreso. Eso sí, llama el día de antes para que te tengan en cuenta…

Y como siempre dejaros el mapa de la ruta completa

Para ello hay que llegar a Lugo y nosotros lo hicimos en tren desde Córdoba, alojándonos en el albergue Casa Chanca, donde os recomiendo encarecidamente que os hospedéis, tiene 3 habitaciones cada una con su baño de entre 5 y 6 personas y esta todo limpisimo, además de que los hospitaleros son gente superamable que te dejan el desayuno listo para que a la mañana siguiente puedas levantarte cuando quieras y salir a andar, por que vas a andar si eliges este camino…

Pero si llegas con un poco de tiempo te animo a que explores Lugo, es una ciudad de tamaño medio muy bonita con una muralla romana que rodea el casco antiguo de la ciudad y donde puedes encontrar algunos bares a muy buen precio y con tapas gratis para pasar el tiempo.

Dia 1: Lugo – San Romao – Ponte Ferreira

Consejo Nómada: Aunque la etapa termine en San Romao, con unos 22km a nuestras espaldas, sucede que el albergue que aquí se encuentra tiene muy mala fama. Sucio, con mala comida y malos modos, de modo que si lo ves por internet tal vez quieras buscar otro albergue como los que se encuentran en Ponte Ferreria de los cuales hablare más abajo…

La etapa comienza cruzando Lugo y pudiendo sellar en el ayuntamiento, para luego bajar hasta el río Miño, cruzándolo por un puente romano y caminando un trecho por su orilla, hasta que se empieza a subir y se sube, se sube y se sube más y más.

Hay que tener en cuenta que estás en el camino primitivo, aquí no hay tiendas, bares, ni areas de descanso para peregrinos como en el camino francés, en esta ocasión estamos haciendo el que se considera el camino más duro y más autentico, por que a lo largo de sus etapas te cruzarás solo con un puñado de peregrinos.

Siguiendo por el alcen de la carretera, es lo malo que tiene este camino que casi todo va por carreteras terciarias, se encuentra cuando se llevan unos 8km el primer rinconcito donde poder descansar, rellenar las cantimploras…

Justo cuando nosotros llegamos aquí empezó a llover y fue cuando nos pusimos los ponchos ya que había que seguir andando.

Y eso es lo que se hace, andar, seguir la ruta de flechas amarillas con cuidado de no perderse y casi todo el tiempo hacia arriba. Y es entonces cuando este camino muestra su magia haciéndote pasar por bosques que parecen encantados, como si un elfo o un gnomo pudieran aparecer en cualquier momento entre los árboles. Pero la cuesta sigue y sigue con pocos periodos de descanso.

Hasta que encuentras la entrada a San Romao, lugar donde se supone que terminaría la etapa pero Ponte Ferrerira se encuentra aun a 10km de distancia prácticamente por pista rural, subiendo y bajando lomas, cruzando los valles que están plagados de bosques, prados con vacas y sobre todo tranquilidad ya que no se ve a nadie.

En este tramo mis compañeros ya estaban bastante cansados, aunque lo llevaban con la mejor filosofía posible…

Pero el camino sigue un poco más hasta que tras un falso llano se encuentra un pequeño bar, único lugar donde comer algo caliente en los últimos 10km y ya quedan cerca los dos albergues de la aldea. Dando por terminada la primera etapa.

Nosotros nos alojamos en el de Ponte Ferreira, bastante decente, con unas 10 camas por habitación y muy rustico pero cómodo, y que le recomiendo a todo el mundo, ya que los hospitaleros, aunque no hablan bien español (son holandeses), intentan que estés lo mejor posible.

Consejo Nómada: En esta etapa es muy importante cuidar los pies de ampollas, el asfalto es propenso a crearlas y si el clima es cálido lo normal es que si no se siguen algunos consejos, estas aparezcan…

Dia 2: Ponte Ferreira – Melide

El segundo día comienza como termina el primero cruzando lomas, subiendo y bajando, ascendiendo hasta unas rocas desnudas que coronan un cerro idílico y pasando junto a un parque eólico.

Aunque esta etapa es en realidad mucho más sencilla, hay que tener cuidado con las rodillas que ya empiezan a sufrir las subidas y bajadas.

Esta etapa para mi fue preciosa, aun en soledad se puede seguir disfrutando de tus propios pensamientos y tan solo te cruzas con el puñado de peregrinos que siguen tu ritmo, creando un sentimiento de camaradería muy fuerte, aunque sabes que pronto los perderás en el río de personas que según nos dijeron en el albergue la noche anterior, corre el camino francés.

En esta etapa no se tarda mucho en ver Melide en el horizonte, allí a lo lejos, pero como si fuera una ballena en los campos gallegos se sumerge y emerge del verde mar que la rodea conforme te vas acercando al ritmo que subes y bajas las colinas.

En esta etapa podemos disfrutar de dos bares uno a los seis kilómetros de la salida y otro cuando quedan unos cinco para llegar, de modo que al igual que el día anterior hay que pensar muy bien donde pararse y como organizarse…

Aunque durante gran parte del recorrido el Camino recorre muchas aldeitas donde puedes encontrarte con perros sueltos o con ganado pastoreado que pasa impasible a tu lado pero que da una nota de color al recorrido.

Finalmente se llega a Melide, toda una urbe si la comparas con los pequeños pueblos que llevas recorridos en los dos últimos días, y entonces todo cambia. Cientos de peregrinos toman sus calles, algunos que van de fiesta en fiesta hasta Santiago, otros con los pies doloridos y sin apenas poder andar… como ya dije muchas veces cada uno hace su camino, pero como dijo uno de mis compañeros «Aquí solo faltan las carriolas». Entonces es cuando te das cuenta de que el camino como lo has recorrido hasta ahora ya no será el mismo… ¿o tal vez aún se pueda exprimir un poco más el primitivo?

Día 3: Melide – Arzua

Arriba os contaba que se puede aprovechar un poco más la ya entre comillas «soledad» del Camino Primitivo una etapa más. Para ello hay que tener en cuenta un par de cosas.

  • Muchos de los peregrinos del Francés pasan de largo hasta Arzua, por lo que los que se quedan suelen ser personas que sabiendo que la etapa es corta se levantan más tarde.
  • El numero de peregrinos alrededor de las ocho de la mañana es muy pequeño, de modo que si a esa hora salimos a andar aun podremos disfrutar de una etapa más o menos cómoda.
  • Hay una serie de caminos complementarios, algo más duros y largos pero en los que hay mucha menos gente.

Este día para mi era el más temido no os voy a engañar, mi mente recordaba las subidas inhumanas con la mochila completa, sin preparar y con un bañador que me destrozaron la otra vez, pero esta vez la pasé como si nada, son 17km que había terminado para las doce de la mañana.

Hay que tener en cuenta que tiene varias subidas duras, que hay que pasar y marcarse un buen ritmo sin pararse demasiado o de lo contrario lo lamentaremos mucho.

También tiene varios caminos complementarios que no tienen bares ni tiendas, aunque el camino normal si que es una extensión del Francés y por tanto ya se sabe… pero ni de lejos pasa por los lugares solitarios ni por los paisajes del complementario.

Justo antes de entrar a Arzua a 3km hay una aldea llamada Ribadiso donde hay algunos albergues, un restaurante y una pequeñita playa fluvial que es una pasada para quedarse un ratito, de hecho a pesar del mal tiempo que nos amenazaba, nosotros nos paramos a tomar algo en tan idílico lugar antes de emprender el siguiente ascenso.

Ya en Arzua no es difícil encontrar donde comer, y comer muy bien, y hay muchos albergues, yo he repetido en el Albergue O Selmo, que tiene el barracón dividido en pequeñas habitaciones de 1 ,2 ,3 y 4 personas, y donde se tiene bastante intimidad en comparación a otros, ademas de que son superamables y tiene una zona de descanso muy tranquila y una cocina para aquellos que deseen hacerse algo de comer o cenar.

Día 4: Arzua – O Pedrouzo

Seguimos caminando, ya es imposible evitar el flujo continuo de peregrinos que se agolpan en el camino, no obstante esta es una etapa muy bonita, con una parada casi obligatoria en un bar que es reconocible a simple vista por los cientos de botellas de cerveza artesanal que los peregrinos van colocando en unas puntillas puestas para tal efecto y donde con tippex escriben algunos de sus deseos, sus nombres o cualquier cosa que se les ocurra. Se trata de la Casa Tía Dolores.

La realidad es que a estas alturas del camino, la gente se agolpa por todas partes, sobre todo cuando en O Pedrouzo se une además el Camino Norte.

Paseando por sus calles escuchas a los «turigrinos», como dicen los hospitaleros, cantando, de fiesta y no dejando descansar en los albergues a quienes no viajan como ellos.

En solo 8 meses he hecho el camino dos veces, una vez por petición de mi familia por el francés y otra vez por el primitivo, y he notado no ya la diferencia de ambos dos caminos, si no en el tiempo, el francés que me parece un recorrido precioso, lleno de riachuelos, aldeas, puentes, bosques… se esta convirtiendo en una fiesta continua y deja a aquellos que quieren recorrerlo de forma más intima fuera de esa opción, ya que desde que llegamos a Melide todas las noches ha habido alguien de fiesta, liandola en los albergues… es algo que no me gusta demasiado la verdad.

No obstante O Pedrouzo que era una de esas aldeas que estaba a punto de ser abandonada ha renacido con fuerza debido al camino y eso es algo que se tiene que tener en cuenta, ahora es un pueblo grande, con una iglesia preciosa, con algunos rincones tranquilos donde sentarse a disfrutar de la brisa y pensar, o para tomar una parrillada… ofrece todo eso y mucho más ya que también es de entender que queda solo un día para llegar, un día para entrar en la plaza del Obradoiro y la gente esta llena de euforia…

Esta etapa ya es la misma que en mi anterior camino así que os dejo el vídeo de cuando lo hice la primera vez y donde cuento muchas más cosas…

Día 5: O Pedrouzo – Santiago

Llega el final de la aventura, hay que levantarse temprano, para llegar si es posible antes de la misa del peregrino de las 12 y tener todos los papeles en regla… 20km nos separan de nuestro destino y hay que salir de noche.

Para mi empezar esta etapa de noche es casi una tradición ya y creo que lo haré así siempre que haga el camino. Caminar bajo el cielo estrellado, o como en esta ocasión totalmente encapotado y viendo el reflejo de la luz de Santiago en las nubes es mágico en cualquiera de los dos casos.

Hay que cruzar algunos fragmentos de bosque y aun nos quedan algunas subidas para llegar a nuestro primer objetivo, el monte Do Gozo, pero antes toca sellar donde podamos, por ejemplo en el Kilometro 15 que esta abierto desde muy temprano, en una pequeña capilla ya empezando el ascenso del monte o en el bar la Botana donde por muy poco se come hasta hartarse, si no que se lo digan a Juli que apenas pudo terminarse el bocadillo de lomo…

No obstante esta etapa en la cual se rodea el aeropuerto y se pasa por algunas zonas industriales es un poco distópica, y es cuando empiezas a darte cuenta de lo que estas haciendo cuando en silencio en tus pensamientos ves que todo se va a acabar pronto y sientes que quieres más… y es cuando te das cuenta de eso que aparece uno de los momentos más emocionantes del camino, junto a una ermita esta el monumento a los peregrinos del Monto Do Gozo, donde se ve por primera vez la catedral y somos muchos los que nos paramos allí un rato a disfrutar de las vistas de Santiago, siendo conscientes de que quedan 5 km para finalizar.

Es curioso lo que le sucede en este lugar, donde ademas puedes fotografiarte con la escultura de los dos peregrinos de bronce, ya que las dudas que te albergan cuando vienes por primera vez como; «¿Por qué he venido aquí?», «¿Yo no debería estar en la playa en lugar de sufriendo?»… se convierten en; «No quiero que se acabe», «Necesito unos días más»…

Es casi obligatoria como ya he dicho la foto con los dos peregrinos de bronce, antes de en silencio ir bajando hacia la ciudad, sabiendo que a cada paso que das queda un instante menos para que la aventura termine y eso va creciendo en tu interior hasta que…

Plaza de Obradoiro

…Hasta que empiezas a caminar por lo que llaman la ciudad vieja, toda construida en granito, y ves cada vez más gente como tu, perdidos no en la ciudad, si no en sus pensamientos, cuando de repente empiezas a escuchar una gaita, una gaita que te recibe en la plaza da Inmaculada y cruzando por un túnel apareces a una nueva vida en la plaza de Obradoiro, y entonces todo ha terminado, el camino ha concluido y la gente se llena de emociones, las lagrimas florecen en los ojos de muchos, otros aun deben de esperar a ver al apóstol, pero todo el mundo se regocija, todo son fotos, gente que se sienta durante periodos enormes de tiempo en la plaza, personas que guardan silencio durante horas, otras que cantan o ríen, hay quienes se abrazan, quienes caen de rodillas. No importa, ya has llegado, has cumplido, ya solo te falta descansar lo que necesites allí tumbado sobre la piedra o bajo los soportales del ayuntamiento mirando sin parar la increíble fachada de la catedral, en una plaza donde las estatuas de granito de Santiago en todas sus formas, la de apóstol, la de peregrino y la de soldado observan y custodian al peregrino, mientras la música incesante del arpa o de la gaita te hace revivir momentos inolvidables.

Aquí os dejo un vídeo de uno de esos instrumentos con cuyo sonido se descansa en la plaza y que estoy seguro que muchos de los que ya han estado allí sonreirán al reconocerlo.

Ya solo te quedan dos cosas que hacer como peregrino, presentar tus respetos al apóstol abrazándolo en la catedral y reclamando tu compostela en la oficina de atención al peregrino.

Conclusiones

Este ha sido mi segundo camino, he escogido un recorrido distinto en parte por mis compañeros, por que quería que vieran las dos caras de la peregrinación, la más austera e intima y la más como diríamos en Andalucía, Rociera.

Para mi, indiscutiblemente, me quedo con la intima, ya que yo vengo aquí para limpiarme del estrés diario, de aquello que me molesta, a no pensar en ordenadores, pantallas, ni correos electrónicos, vengo para estar solo conmigo mismo, para sentir hacia donde dirijo mis pasos.

No voy a negar que no haya habido momentos mejores y peores en estos días, sería hipócrita, pero me ha encantado vivirlos todos. Aunque esta vez el camino ha tardado un poco más en hablarme al final lo hizo con una fuerza inimaginable, me ha mostrado cosas que he de cambiar, cosas que de continuar y que cuando un viaje termina otro comienza.

Esta vez no lo hice por mí, lo hice por mi madre que no puede y prometí que si se recuperaba y salía del hospital volvería, como aquellos peregrinos profesionales de la edad media.

Para mi ha sido toda una experiencia nuevamente, y a pesar de haber pillado la catedral en obras, volveré pues cuando estaba allí arriba del altar mayor con Santiago abrazado, le di las gracias por lo que había hecho, por lo que me había mostrado y prometí que volveré…

Así que como conclusión solo puedo decir que sigo enamorado de Galicia, que el Camino Primitivo me ha enseñado mucho más de lo que esperaba y que espero regresar pronto…

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