Uno de los problemas de las personas que amamos el senderísmo, el montañísmo, el trekking… son las ampollas, las cuales pueden dar al traste con toda una aventura, convirtiendo cada paso en un autentico martirio. En otra entrada os contare como curarlas, pero como siempre, prevenir es mejor que curar de modo que vamos a ver como cuidar nuestros pies y que hacer para saber como evitar las ampollas en nuestras salidas.
¿Cómo se crean las ampollas en los pies?
Las ampollas en los pies se crean debido a la constante fricción o a las quemaduras, de hecho es posible que aunque tengas un buen calzado sufras de ellas.
Si dicha fricción no es muy violenta, el cuerpo se protege creando un callo, que no es más que un engrosamiento de la piel que funciona como protección. Pero una ampolla ocurre cuando la piel no puede generar dicho engrosamiento y crea una bolsa de liquido para proteger la zona, generando mucho dolor y pudiendo ser muy peligrosas en ruta.
Hay que tratarlas para evitar heridas severas, infecciones y lesiones graves.
Como evitar las ampollas
Para evitar las ampollas tan solo tienes que seguir estas recomendaciones y veras como tus travesías son mucho más agradables.
Calzado
Uno de los puntos más importantes a la hora de caminar es el calzado, este debe de ser cómodo, no debe de estar suelto ni que apriete, de hecho cuando hablamos de botas, estas deberían de ser un número más del que usamos normalmente.
Por otro lado debe de estar «domado», es decir, debemos de haber moldeado el calzado a nuestra forma de caminar, a la forma de nuestros pies… esto suele tener un periodo de unos dos meses, o de unos 100km según a quien le preguntes.
La primera vez que yo hice el Camino de Santiago había decidido jubilar mis viejas chirucas al regresar, pero las pobres se rajaron por la suela a tres semanas de partir, por lo que tuve que comprar unas nuevas, sabía el riesgo que ello suponía de modo que decidí llevarlas todo el tiempo que pude, en el trabajo, para salir a tomar algo en plan tranquilo y para hacer pequeñas rutas con el fin de que no me hicieran daño llegado el momento. El resultado fue que cuando llegué a Santiago pude decir felizmente que no había sufrido ninguna de estas heridas.
Es muy importante que el calzado sea impermeable y transpirable de ese modo no nos entrará agua y el sudor no humedecerá el pie, mantiéndose seco.
Si tu calzado lleva cordones estos deben de estar atados firmes pero sin apretar demasiado.
Calcetines
Nos seguimos acercando al pie y aquí he de decir que tan importante como las botas son los calcetines, ya que usar calcetines viejos o nuevos pero con costuras son sinónimo de ampolla.
El calcetín debe de ir ajustado a tu piel, no puede ir holgado ya que generará pliegues al moverse por el roce en tu pie y ¡PREMIO! ampolla asegurada.
Eso mismo ocurre con los calcetines con costuras, ya que esas zonas son más proclives al roce y todos hemos sufrido una costura rebelde que no nos deja caminar tranquilos, así que multiplicalo por una caminata de 5 horas y tendrás, aparte de una mala baba importante, una señora ampolla.
De modo que utiliza calcetines especializados, que mantienen refuerzos en las zonas más delicadas y ademas no tienen costuras. Estas prendas son bastante versátiles y los hay de muchos precios.
Los mejores materiales para los calcetines son los naturales como el algodón que absorben mejor la humedad y se ajustan mejor a la piel reduciendo la fricción.
Otro consejo es ponerse dos pares de calcetines para que el exterior sujete al interior.
Plantillas
El uso de unas buenas plantillas, sobre todo si son de neopreno, hacen que el pie sufra menos por lo que reducen la posibilidad de aparición de ampollas.
Estas plantillas puedes encontrarlas tanto en farmacias como en tiendas de deportes a precios muy competitivos.
Cuidado del pie
Hay varias cosas a tener en cuenta en el cuidado del pie directamente y que como vas a ver son realmente sencillas de hacer:
Antes de caminar
Siempre antes de caminar es interesante poner vaselina en los pies para evitar el roce y la humedad. De hecho poner un poco de talco en el interior del calzado también es bueno para este mismo propósito.
Durante la ruta
Si cuando vas caminando empiezas a notar que te va salir una ampolla lo mejor es parar, quitar el calzado, los calcetines, refrescar la zona, airearla, colocar una banda de doble piel en el punto de fricción, descansar y luego continuar.
Utiliza bastones para andar, estos te proporcionan más puntos de apoyo, hacen que las rodillas pesen menos y ademas reducen hasta un 40% el peso de la mochila…
Siempre que pueda airea tus pies que puedan relajarse, esto es muy importante. De hecho cambiar de calcetines en días de calor o en días de lluvia puede ser un salvavidas ya que ayudan a mantener los pies secos.
Al finalizar la ruta
Ya has llegado al final del día, has recorrido la distancia propuesta, ahora deja que tus pies descansen, quítate el calzado y relájate.